miércoles, 15 de agosto de 2012

Crónica del debut

Me puse a preparar la cena. Todavía me quedaba ducharme y me dice Olga: "Que son las 9, ¿a qué hora habíais quedado?" Ese fue el único momento de nerviosismo que pasé. Pero a las 21:20 ya estaba el tío cenado y duchado. Y rumbo para Alcalá de Guadaíra. Cuantas veces he hecho ese camino para acompañar a Olga a cosas de su trabajo. Y ahora las voy a hacer yo, casi a diario, para ensayar. Llego puntual al bar Las Aceñas, junto al ferial. Allí había bastante gente y gran parte de la comparsa. Van llegando los compañeros. Al final el ensayo/actuación se retrasa hasta que por fin nos avisa el director para que entremos. Al final del bar nos apiñamos entre los frigoríficos y se pone delante el público. Yo no conocía a nadie, pero me imagino que la mayoría serían familiares de los compañeros. Comenzamos con la presentación de Las Brujas (no se llama así, pero se ha quedado como con los Borrachos del Selu). En ese sitio suena todo con mucha fuerza. Al llegar el último a la comparsa, me toca salir en segunda fila, en la punta jurado (no va a ser la primera vez que cante detrás. Ya lo hice cuando toqué el bombo en Los Bomberos y en Vamos a hacer de cuerpo). Muy contentos con la actuación De allí nos vamos a la cafetería Dolce Vitta. Cantamos fuera porque toda la gente estaba sentada en la terraza. Para que os hagáis una idea, es como si fuéramos a cantar al Bar Ideal y lo hiciéramos en la Plaza. Allí me doy cuenta en los primeros acordes que voy a tener que estar más pendiente del guitarra que está a mi lado, porque las voces no se condensaban y no escuchaba a los de adelante. La verdad es que todo una pasada. Ahora descansamos hasta septiembre donde volveremos a cantar esta antología, esta vez en el concurso de antologías que hacen en Alcalá en honor a un chaval carnavalero que se murió joven. Y después, a meter mano al nuevo repertorio. Os dejo unos vídeos de la actuación en la Dolce Vitta.

lunes, 13 de agosto de 2012

Maneras de vivir el carnaval

Hola de nuevo. Hace demasiado que no escribo. Intentaré hacerlo más a menudo, porque lo he tenido muy dejado y sé que hay uno o dos que me seguían con asiduidad, jajajajaja. Hoy voy a hablar de las maneras de vivir el carnaval. Porque el carnaval se puede vivir de muchas maneras. ¿Cuál es la mejor manera de vivir el carnaval? Pues la respuesta es muy sencilla: la que cada uno quiera. No existe un patrón que dicte como se tiene que disfrutar del carnaval. Como siempre, para gustos, colores. Y cada uno busca en esta fiesta lo que le gusta para disfrutarla. En mi caso, el carnaval lo vivo a través de la música. Me encanta cantar y, sobretodo, cantar carnaval. Coplas de Cádiz todo el día puestas en el coche. Invierno, verano, primavera... todo el año. Y lo es porque a mí me gusta. Este año he comenzado una nueva etapa carnavalera. Por fin voy a salir en una comparsa. Todo el mundo que me conozca un poco sabe de sobra que yo tenía un punto de comparsista (que se la da de artista, jajajaja). Ya el año pasado decidí dejar el carnaval de Huelma. He pasado excelentes momentos allí y se lo debo todo. Con la chirigota de Pepe y Fran he crecido carnavalescamente hablando. Pero nos hemos hecho adultos, padres de familia y eso, unido a que por motivos laborales estamos separados unos de otros, hizo que fuera necesario darle un giro a la chirigota. Mi gran amigo Manolo me lo decía: "Si me aumentan el ritmo de la chirigota, yo no puedo tirar de ella". Y es lógico. Trabajando día y tarde. Acabando tarde de trabajar y directo para el ensayo. Además, los letristas teniendo que sacar letras via Skype o telefónica uno desde Jaén y otro desde Marbella. Pero yo necesitaba otra cosa. Hace unos pocos días, hablaba con Fran Reyes por teléfono (qué pena que tengamos que hablar por teléfono por estos temas). Le explicaba mi sentir con este ejemplo: Dos amigos que disfrutan de la piscina pequeña, la que no cubre. Allí uno está superagusto: fresquito, sentado dentro del agua, con sus copitas en el pletín... Pero el otro está inquieto. Ve la piscina grande al lado y necesita irse a ella. Quiere aprender a tirarse de cabeza, a hartarse de hacer largos (tú verás, con lo que cansa eso). ¿Quién está mejor de los dos? Pues los dos están muy a gusto. El de la piscina chica, está en las glorias porque, además, no le llama la atención irse a la grande. Y piensa (con toda su razón) que para qué cambiarse si ahí está bien. Y el otro, que se va a hartar de hacer largos aunque se canse, también es feliz porque está haciendo lo que le gusta. Por eso, ¿cómo hay que vivir el carnaval? Pues como te lo pida el cuerpo. Ahora, con la comparsa, estamos montando una antología para concursar en un certamen de coplas. En pleno verano y ensayando cosas de Cádiz. Yo sé que más de uno dirá, "este tío es tonto. En pleno verano y ensayando carnaval. Encima de Cádiz". Pero es que es lo que a mí me gusta. Bueno, pues al que le interese que esté atento que pondré cosillas de la comparsa conforme las vaya teniendo. Y al que no ¿qué cojones haces leyendo esto?